EL PRIMER HOMBRE EN LA LUNA (FIRST MAN), está basada en el libro del mismo nombre escrito por James R. Hansen, el cual es considerado la única biografía oficial de Neil Armstrong, ésta es la cuarta película dirigida por Damien Chazelle (La La Land, Whiplash), quien deja en claro que sus dos anteriores éxitos no fueron cosa de suerte con una hermosa película que muestra la difícil travesía de Neil Armstrong para llegar a la Luna.
La dirección de la película es magnífica, Chazelle demuestra algunos de sus rasgos característicos dentro de los personajes, y algunas tomas, pero también deja ver mucho de la evolución y atrevimiento que está teniendo; mucho de la escuela de Kubrick se deja ver en las tomas fuera de la tierra, y también toma algo del manual de Nolan para imprimir intensidad, tensión y claustrofobia exactamente donde debe plasmarse, este tipo de secuencias son numerosas y los pondrán al filo del asiento durante la mayor parte del film. El estilo de la película nos regresa a una época muy diferente a la nuestra y brinda un toque especial que la separa de otras películas similares, no contento con ésto, Chazelle imprime dentro de los detalles parte de la historia, y todos éstos llegan a demostrar una dualidad entre tensión y tranquilidad durante la secuencia más impresionante del film que los dejará boquiabiertos. El tiempo durante el cual podemos ver un poco más de la vida familiar de Armstrong (dentro de la cual juega mucho el papel de Janet), le da sentido a este mítico hombre, demostrando sus problemas, emociones, y en especial, su determinación, haciéndolo un personaje "real" y no algo "plástico" (te estoy viendo a ti Freddy Mercury para niños); el único problema es tener tan centrada la historia en Armstrong, al punto que se olvida por completo de darle un poco de paso a cualquier otro personaje, por lo que hay sucesos que no tienen "punch" emocional debido a lo mismo, para la audiencia son fácilmente olvidables. Las partes visuales y sonoras son de primer nivel, por lo que verla en IMAX es un "must", los sonidos chirriantes del metal y la banda sonora de Justin Hurwitz, junto con las impresionantes tomas y perfectos posicionamientos de cámaras, son algo que llevan a la película a otro nivel.
Buena actuación de Ryan Gosling, mostrando a un Neil Armstrong que aborrecía la atención pública, y que prefería manejar los sucesos de su vida internamente, toda esa carga en los hombros se nota, pero por momentos nos hace dudar si alguna vez Armstrong era feliz en ese intervalo. Claire Foy también tiene buen papel, y sirve bien como una contraparte menos fría al rol de Gosling.
Chazelle crea esta obra muy distinta a las anteriores con el propósito de demostrarnos que está listo para más, y sin duda veremos más películas suyas las cuales espero con ansias. La película es bellísima y muy bien realizada, pero no puedo evitar pensar que tal vez pudo haber mejorado un poco ciertas cosas como las amistades tan frías de Armstrong y otros eventos en su vida personal, por lo tanto 4★ de 5★ (QUIERO VERLA DE NUEVO), aún así es una experiencia que todo amante del tema espacial no puede dejar pasar.
Por: José Luis Santos
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