JUMANJI: EN LA SELVA, es la secuela de la película protagonizada por Robin Williams hace ya 22 años que todos recuerdan con cariño por traer la nostalgia de vuelta, pero que pocos consideran una obra maestra, con ésto los estándares para una secuela no son muy altos y está película apenas los cumple.
La trama sigue a un grupo de 4 jóvenes adolescentes que son castigados en la escuela, mientras están castigados encuentran un videojuego llamado JUMANJI, que los transporta a una selva llena de animales salvajes y aventuras de la cual deberán escapar dentro de los cuerpos de los personajes del juego. La película no tiene un sólo hueso original en su cuerpo, todo se siente como algo que ya hemos visto antes, el humor es bastante simple y por momentos raya en lo innecesario. Hay pocos momentos aburridos que consisten mayormente en el desarrollo de la relación entre los cuatro, digo no podemos esperar nada increíble del grupo más estereotipado de adolescentes, pero en general la película trata de ir rápido para tener más acción que otra cosa, decisión que ayuda a la película a salir del abismo de lo realmente malo hacia lo poco entretenido si no hay otra cosa que hacer. Los efectos especiales son a duras penas regulares y aparecen pocas veces debido a la separación que hay con la idea de la original de tener muchos peligros consistentes en animales mortíferos al cambiarlos en su mayoría por tipos genéricos con pistolas; la música es copiada de otras películas mejores (reconocí claramente partes enteras sacadas de Depredador) y algunas canciones 80eras.
Las actuaciones no tienen mucho de qué hablar, Kevin Hart es el más agradable de los 4, La Roca (Dwayne Johnson) es agraciado pero hace un trabajo deplorable al tratar de hacer su voz un poco más aguda y ser el poco valiente, Jack Black tampoco hace un buen trabajo en su voz femenina y se vuelve más molesta conforme avanza la película, y por último, Karen Gillian y Nick Jonas son grises a más no poder.
La película requiere cero pensamiento y es entretenimiento para el que no tiene otra cosa que hacer, es una secuela regular de una película regular que no tiene nada original pero que hará reír a más uno, con ésto llegamos a una calificación de 3★ de 5★ (PALOMERA), película para ir al cine en familia y olvidarla en menos de una semana.
Por: José Luis Santos
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