STAR WARS: LOS ÚLTIMOS JEDI (STAR WARS: THE LAST JEDI), es la octava entrega numerada de esta franquicia, la cual es visualmente una maravilla, pero con una historia que por momentos se arrastra, queriendo mostrar lo mucho que quiere alejarse de las películas anteriores.
La película comienza justo donde terminó el episodio VII, con la Primera Orden en camino a atacar la base de la Resistencia, y Rey encontrando a Luke. Las dos horas y media que dura se sienten demasiado largas, en este caso más Star Wars fue buena elección. Lo anterior se debe a que existen varios frentes en la película, uno de los cuales se separa de los personajes principales y parece ser que se nos quiere dar a la fuerza, ya que ocupa demasiado tiempo en pantalla, quitando tiempo a los personajes más agradables e importantes, con el fin de preparar la nueva vertiente de Star Wars e introducir a nuevos personajes en una aventura junto con alguno que no ha terminado de cuajar desde el episodio VII; la historia "principal" es demasiado simple y se siente como un apoyo para generar la parte mencionada anteriormente, lo cual es sin duda una decepción. Existe un claro desarrollo en personajes como Poe y Kylo Ren, quienes son la parte más interesante de film y son esenciales para las mejores partes de la película, el regreso de Luke es bueno y la historia que se centra en él es muy interesante y muestra un poco más sobre su personaje aún después de tanto tiempo. Las secuencias de acción son contadas, éstas son una mezcla del estilo que caracteriza a estas películas con realismo y seriedad, lo que hace a esta secuela la más oscura de todas.
Los efectos visuales son impresionantes en ciertas escenas, y hay tomas que quitan el aliento y podrían quedar como postales, la película está muy estilizada y tiene un contraste marcado entre las escenas sin mucha luz y aquellas marcadas por colores vibrantes y luz cegadora, debido a esto, es recomendable verla en IMAX; todo ésto va acompañado de muy bellas locaciones, un gran diseño de arte y nuevas criaturas alienígenas bien hechas. El sonido y la música continúan la tradición, pero no aportan nada nuevo o innovador, y comparado a otras películas que hemos tenido en el año se queda un poco atrás.
En cuanto a las actuaciones, Adam Driver se mete de lleno en su papel de Kylo Ren, dándole mucha personalidad y contribuyendo al desarrollo de este personaje, siendo una de las mejores partes de toda la película, todos sus sentimientos están a flor de piel y son representados claramente; otro destacado es Oscar Isaac como Poe Dameron, dándole actitud al hombre que anteriormente veíamos confinado a una nave espacial, esta actitud tiene choques con otros personajes lo cual demuestra un poco más de su forma de ser y logra posicionarse como un buen elemento de la saga; Mark Hamill regresa como Luke Skywalker y es fantástico en sus momentos en pantalla, robando el foco de atención de Daisy Ridley, quien no se ve tan cómoda siendo Rey como en la película anterior dando una actuación "meh"; Finn, representado por John Boyega, sigue siendo uno de los personajes más débiles de esta nueva trilogía, solamente superado en ese rubro por dos de los nuevos personajes introducidos en este film, esto es magnificado cuando juntan a dichos personajes en pantalla.
El Último Jedi, es una película que trata demasiado separarse de todo el universo anterior, al punto en que incluso los diálogos lo dicen una y otra vez, y el reparto de tiempo en pantalla para los personajes es claramente una señal de lo que viene, también existen escenas que dejan cara de o_O, un buen cameo para los fans, y algunos de los mejores visuales que esta franquicia ha visto. La mezcla tan divisiva de este film lo deja detrás de los lugares top de Star Wars, y para mi es una 3 de 5 pequeños porgs (PALOMERA) que no logra convencerme para aceptar la nueva dirección de Star Wars.
Por: José Luis Santos
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