viernes, 30 de marzo de 2018

Reseña: READY PLAYER ONE, mucho fan service, mucha nostalgia, poca sustancia

READY PLAYER ONE, es la película de Steven Spielberg basada en el libro del mismo nombre escrito por Ernest Cline, llena de nostalgia, cameos de personajes de videojuegos y películas que son el sueño de todo fan de la cultura pop.


En el futuro James Halliday crea un mundo virtual llamado Oasis, donde todos pueden ser y hacer lo que quieran y escapar de la triste realidad, Halliday muere pero antes crea un desafío especial dentro del Oasis, el cual al ser completado dará al ganador el control total de dicho mundo virtual. Uno de los que buscan ganar tal desafío es Wade Watts, quien deberá luchar contra todos los peligros del mundo virtual y real para poder lograrlo. La película se centra en hacer a la gente estar pendiente del siguiente cameo en pantalla, y de sentirse identificados con la nostalgia de videojuegos y películas que nos llevan a mejores épocas, pero todo esto va de la mano de los protagonistas más grises de la historia, y los villanos e historia más cliché de todas, haciendo que la historia no pase de ser promedio. La música es totalmente 80era siguiendo la vibra de todo el film y el estilo visual, así mismo, las secuencias de acción dentro del Oasis son entretenidas, y muy por encima de lo que sucede en el mundo real, lo que dejará contentos a todo amante del CGI, pero la emoción no llega a mucho por la misma naturaleza de la película, el estilo súper familiar para todo público quita toda sensación de peligro.

Las actuaciones son lo peor de la película, los protagonistas son especialmente blandos y grises, siendo el mayor culpable Parzival/Wade Watts, interpretado por Tye Sheridan, quien sufre de tener nula presencia cada vez que está en pantalla, situación que no es ayudada por su avatar genérico y sin personalidad en el Oasis y una actuación de voz plana. Los villanos sufren de ser un cliché viviente, haciéndolos ridículos y lamentables con un nivel de IQ para llorar. Y por último, el personaje de Mark Rylance, el famoso Halliday, es una clara burla al estereotipos del "gamer" cohibido, tímido que no puede mirar a una persona a los ojos y virgen hasta la muerte, situación triste para una película dirigida a dicho público.

READY PLAYER ONE es una película promedio con nada que me haga recordarla como una de mis películas favoritas o que me de ganas de verla de nuevo, SI, LOS CAMEOS DE PERSONAJES DE CULTURA POP Y LA NOSTALGIA ES ALTA, pero todo está sobrepuesto encima de una trama débil y predecible, sigo diciendo que Spielberg ya no va a recuperar la musa y con cada película que hace lo compruebo más, 3★ de 5★ (PALOMERA) para pasar el rato pero nada memorable.

Por: José Luis Santos 

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